Dos monologuistas riojanos

Viernes 16 de mayo, 20 h

Elena Somovilla

La vida seria aburrida sin cuentos de hadas, fantásticos o de miedo. Si no creyéramos en el príncipe azul, hadas y monstruos. La vida seria muy aburrida si solo viviésemos de la oficina a casa y no libráramos a inocentes de las garras de malditos ogros, dragones o de maléficas madrastras.

La vida seria muy aburrida sin cuentos, sin fantasía, y sobre todo sin humor ni risas.

Elena Somovilla, de cuarenta y no te importa, de un pueblo pequeñito de la sierra, Montenegro de Cameros, Soria. Sanitaria de profesión, pero con este hobby tan maravilloso que es hacer reír a los demás, viene a contarnos un cuento, o varios. ¿O viene a contarnos todos los cuentos que nos creemos y los que nos tenemos que creer?, porque, ¿a quien no le han contado un cuento alguna vez? ¿Quién no se ha tragado una historia increíble? ¿A quien no se la han metido doblada?

En un lugar muy lejano, erase una vez esta apasionante historia.

Ven, y Elena te cuenta un cuento.

David V.I.P.

Dicen que es un espectáculo de humor… pero, ¿qué es el humor? ¿Y qué es un espectáculo? Incluso… ¿qué es ‘es’? (Esto último no lo vamos a resolver aquí, pero oye, la pregunta queda elegante).

Puede que este monólogo sea completamente normal. O puede que no. Porque lo normal cambia, se transforma, se adapta… Lo que ayer era raro, hoy es lo más común del mundo. Comer sushi, hacerse selfies o que tu padre te mande audios de cinco minutos para decirte que ha visto a tu primo.

Nos acostumbramos a todo. A las modas, a las frases hechas, a darle a “Aceptar cookies” sin leer nada, a llamar “planazo” a ver una serie con una manta… Hasta que un día te paras y piensas: ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?

Este ESPECTÁCULO va de eso. De reírnos de lo que hemos normalizado. Porque lo único seguro es que aquí se viene a reír. O puede que tampoco. Pero eso ya sería raro, ¿no?